El Patronato entra en un periodo de inactividad tras la resaca de la exposición Iberoamericana, los cambios políticos que propician el inicio de la Segunda República (14 de abril de 1931), la posterior Guerra Civil (1936 – 1939) y la posguerra (1940 – 1959).
La Candelaria es el primer gran proyecto del Real Patronato. El barrio se planifica sobre los terrenos de la extensa huerta de La Candelaria, pese a su situación periférica (limitada por el Tamarguillo), se encontraba conectada con el Centro
Pío XII es operación compleja y de gran envergadura, que contempla la construcción de 2.047 viviendas entre la Avenida de Miraflores y la prolongación de la Avenida de la Cruz Roja, en los terrenos ocupados por las Huertas de El Lavadero, Santa Catalina, El Cagilón y Cofradías. Se le dio su nombre como homenaje al Papa Pío XII tras su fallecimiento en 1958
La Zona Este de la ciudad en los años cincuenta, se encuentra en una situación de transición, donde conviven zonas industriales y de huertas con los nuevos tejidos residenciales
Entre 1954 y 1964, asistimos al periodo más productivo del Patronato, favorecido por las políticas estatales de fomento al desarrollo de vivienda a gran escala, principal objetivo de la política del gobierno
El proyecto Torreblanca pretende solucionar una situación arraigada de chabolismo o urbanismo marginal, afincada en este sector de la ciudad, y con la especial intención de realojar a las familias que habitaban las chabolas del Vacie. También está dirigido a los trabajadores de las zonas industriales entre Sevilla y Alcalá. En ese momento, Torreblanca cuenta con entre diez mil y doce mil habitantes. Y con muchas de sus viviendas autoconstruidas
La riada del Tamarguillo de 1961, supuso un durísimo golpe que arrasó materialmente auténticos campos de chozas y viviendas suburbio, con lo que hubo que dar alojamiento urgente a muchos de sus antiguos ocupantes en viviendas temporales
A partir de 1959, el Patronato amplia su ámbito de actuación y comienza a intervenir en la provincia. Salta del espacio exclusivo en el que hasta ahora había trabajado, para expandirse a los términos municipales adyacentes. El primer ejemplo de intervención en estos ámbitos es la promoción en San Juan de Aznalfarache
Tras el fallecimiento de Fernando Barquín, pasan a convertirse en los arquitectos del Patronato, Rafael Arévalo y Luis M. de Terán, con la construcción de las viviendas en la Carretera de Alcalá, Felipe II y Pino Montano